Comenzamos
en la localidad de Torres, junto al Parque denominado La Pila Pellenda, desharemos
un pequeño tramo del camino andado en la etapa anterior hasta encontrar el
camino que nos llevara hasta el Campamento Juvenil de Hondacabras, pasando
entre dos grandes hoteles de reciente
construcción.
Desde Hondacabras (antiguo descansadero del
ganado que hacia trashumancia entre los pastos de alta montaña de Granada y los
campos de cereal de Castilla) nos dirigimos hacia las alturas de la Sierra
entre cultivos de cerezos siguiendo el trazado de la vía pecuaria Cañada Real del Cordón, encontraremos
numerosos puntos donde coger agua aunque quizás el más recomendable sea la Fuente Nita, por la calidad del agua,
esta fuente está situada junto al carril una vez que nuestro sendero se une al sendero de la Fuenmayor.
Pronto
dejaremos el carril que se dirige hacia el Nacimiento
de la Fuenmayor para continuar ascendiendo por la pista forestal que entre
bellos pinares cruza la sierra de Norte a Sur, en algunos puntos del ascenso
tendremos un inmejorable panorámica no solo de Torres y sus cerezos sino de
buena parte del valle del Guadalquivir y de la zona Norte de Jaén, vista solo
interrumpida por la magnitud del cerro Aznaitín, por lo que merece la pena
hacer algún descanso y contemplar el paisaje.
Llegamos
al Puerto de la Mata a 1730m. de
altitud, ubicado entre los picos del Almadén
, a nuestra derecha (donde se ubican buena parte del sistema de comunicaciones
de la provincia) y Las Cárceles, a
nuestra izquierda. Una vez culminado el puerto el paisaje cambia de forma radical,
aunque seguiremos teniendo unas vistas inigualables esta vez hacia el Sur,
divisaremos buena parte de las estribaciones jienenses y granadinas hasta
Sierra Nevada.
En nuestro
descenso no iremos adentrando poco a poco en un encinar sorprendente, la dehesa de Mata-Begid, dejando a nuestra
izquierda la impresionante Peña de Jaén que con sus 2164m. de altitud es el
segundo punto más alto de la provincia tras el Pico Mágina.
El encinar
no deja de sorprendernos por su belleza y el tamaño de sus árboles pero aún no
guarda una última sorpresa, poco antes de abandonarlo aparece ante nuestros ojos
las ruinas del Castillo de Mata-Begid,
vestigio de cuando estas sierras fueron frontera entre los reinos de Castilla y
Granada. Junto al castillo quedan restos de un cortijo de pastores algunos
corrales y junto a estos una impresionante era
de trillar (eras donde se trituraba la paja y se extraía el grano,
posiblemente la mejor conservada de la comarca).
Abandonamos
el encinar para dirigirnos a la carretera A-324, una vez en esta la ruta
continua en dirección Oeste por la misma carretera, pero quizás merezca la pena
apartarnos un centenar de metros de la ruta e ir a refrescarnos a la Hacienda de Mata-Begid, el paraje es
idílico, se trata de un antiguo convento reconvertido en hacienda tras su
desamortización en el siglo XIX. Aunque actualmente se halla bastante
descuidado aun se aprecia el esplendor de este lugar, con su palacete, sus
jardines y fuentes, su capilla y hasta con una mini-central hidroeléctrica propia.
Volviendo
de nuevo a la carretera continuamos la ruta hasta el denominado Puente de las
dos Encinas (con el nuevo trazado de la carretera, estas han desaparecido)
donde la abandonamos para internarnos en la finca del Cortijo de Bornos, cortijo típico andaluz actualmente adecuado como
alojamiento rural. Desde este punto el sendero continua por un carril de
tierra, entre olivares centenarios, hasta llegar a un carril asfaltado, ya en
las inmediaciones de Cambil, que se dirige al Nacimiento de Villanueva (uno de los numerosos afloramientos de agua
de la Sierra). Tomamos esta pequeña carretera en dirección Sur hasta la
localidad de Cambil, localidad
situada entre los cerros Cambil y Alabar,
en cuyas cumbres aun se divisan los restos de dos antiguas fortalezas. El
pueblo se halla situado en una cerrada formada por estos cerros y el río Cambil que atraviesa el pueblo.